Roto pero elegante, dañado pero siempre valiente.
Ignorante de todas las miradas que se posaban en él, el
insomnio le azotaba todas las noches y sin embargo seguía viéndose perfecto,
pero a él ni siquiera le importaba, no perdía tiempo preparándose, le prestaba
la mínima atención a su aspecto haciéndole, si es que era posible, aun más
atractivo.
No hay comentarios:
Publicar un comentario